jueves, 8 de abril de 2010

“No me derrito por nadie”


Por más de medio siglo, M&M's se ha dedicado a endulzar incesantemente nuestro corazón y esto no sólo se debe a su sabor, sino también a la fórmula publicitaria que han optado desde su primer día.

En los 40, Forrest Edward Mars tomó “Smarties” como ejemplo a seguir e invirtió en una ideología la cual se tornó en una necesidad básica y popular: “el chocolate que se derrite en tu boca y no en tus manos”.

Para ello, ya en las publicidades de los 50, veríamos los primeros personajes que perduran hasta el día de hoy. Éstos nos cautivan por el simple hecho de que nos da la posibilidad de relacionarnos con ellos: se presentan como amigos  (creando una conexión más cercana y personalizada) y sin embargo cada uno mantiene su propia personalidad.

¿Qué es lo que los hace tan especiales? Pues los M&M's son pequeños pedazos de chocolate con leche revestidos de azúcar como muchas golosinas en el mercado.

En sus inicios, la estrategia fue atraer un paladar extremadamente consumidor: los niños. Conforme van pasando los años, éstos crecen con una sensación de seguridad, confianza y diversión, y es esa idea la que trasciende de generación en generación. Mientras va acogiendo un rápido crecimiento de popularidad y el uso de las nuevas tecnologías se vuelven más necesarias, sus publicidades tomaron una comedia ligera, cotidiana, apta a todas las edades, permitiéndole la posibilidad de abarcar diferentes mercados: tanto permanecer el público real como el potencial.

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